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lunes, 5 de febrero de 2018

La Sagra, corredor central

Fecha de la actividad: 3 de febrero de 2018
Participantes: Nacho Pérez, Iván Vaello, Natxo Segura y Javi Pereda

5:30 de la mañana, con un café con leche en el cuerpo y mucho sueño. Esta noche tengo una cena y no puedo llegar tarde a Alcoy.
Sonrisas somnolientas en el coche y carretera de noche (¡cuánto tiempo!).
La Sagra, la gran montaña del sur (exceptuando Sierra Nevada) y a sólo 3 horas de casa. Fue Iván el que hace unos días nos picó con una foto de la webcam de turno. Que yo me apunto, que yo aún no lo sé, que yo ya veré... Al final, coche lleno, éxito absoluto.


Ültimos metros antes de la cresta cimera

Dejamos el coche en el lugar habitual, y aquello parece un Ikea en sábado. Elegimos subir por el Canal Central, menos concurrido que las vías más habituales del Embudo y la Pingüino.


 Encontramos nieve desde la misma carretera y el aspecto de la montaña es fantástico. Aunque hace frío, el cielo está totalmente despejado.

 En la fuente de los Paradores rompemos a la derecha para abandonar el camino del Embudo y dirigirnos a las vías de la derecha.

 El bosque es aquí muy espeso y el paseo, idílico.


 Una vez abandonamos la huella que se dirige a la vía Pingüino, y tras comer algo, buscamos la manera de ascender a la base del corredor.


 Paredes rocosas que marcan el inicio del corredor

 Por fin encaramos el primer tubo de la canal. El viento levanta nubes de nieve, que está muy tierna. La nieve polvo nos dificulta bastante la progresión y las nubes que levanta el viento se nos pegan a las gafas, la cámara...

El mismo paso, visto desde arriba. FOTO: Natxo Segura

 Afortunadamente el viento no es constante y durante casi todo el recorrido el itinerario transcurre protegido por las murallas rocosas de la derecha.

 Una mirada atrás nos muestra el camino recorrido.

Nacho se acerca a las franjas rocosas que protegen el acceso a la cumbre. Desde abajo intimidan, pero pronto descubriremos que son fáciles de superar.

Un alto en el camino para reagruparnos bajo las franjas rocosas. FOTO: Natxo Segura


Superando uno de los resaltes. FOTO: Natxo Segura

Nacho en el mismo resalte. Las franjas de rocas nos muestran sus debilidades y los pasos son preciosos.

 Fotografía y montaña, mis dos grandes pasiones, y como vemos aquí, también las de Natxo, que disfruta como un niño con su nuevo gran angular. ¡Está como un niño con zapatos nuevos!

Superadas las barreras de roca, solo queda una pala nevada muy sostenida, que nos conduce muy cerca de la cumbre.

 La polvareda de nieve junto a Iván, empieza a avisarnos del viento de la cumbre.

 Echo la vista atrás y tras los Nachos vemos un mar de montañas nevadas.

 Y por fin, la cumbre, venteada a tope, lo que nos deja poco tiempo para una foto de familia.

Los cuatro en la Sagra: 2.383 m.

Echamos un par de fotos y bajamos enseguida. El viento me ha entumecido la cara y la mano derecha me duele tras quitarme un guante para hacer algunas fotos. Además no puedo enfocar, cuando me tapo la nariz con la braga se me empañan las gafas, me ha entrado nieve en el visor de la cámara y disparo a ciegas. Nos hacemos oír a gritos y decidimos bajar. No ha sido una cumbre agradable. Descendemos por la cresta en busca de la salida del Embudo azotados por fuertes rachas de viento. Al introducirnos en el Embudo, el viento amaina.

 La pendiente superior del Embudo

 La nieve polvo, que tan incómoda ha hecho la subida, es una gozada para bajar. Pura diversión.

 Estrechamiento del Embudo. Aquí la nieve está algo más dura y afloran las rocas, lo que nos hace agudizar la atención.

 Natxo e Iván tras superar el estrechamiento.

Finalmente llegamos al bosque que nos llevará hasta el coche, por la Fuente de los Paradores, por donde hemos subido esta mañana. 

El día ha sido espléndido, la montaña magnífica y la compañía, lo mejor. En nuestras cabezas ya rondan otras formas de subir a la Sagra, que son muchas.

¡Volveremos!


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